Hacía tiempo que no iba a un directo. Entre unas cosas y otras siempre terminaba en casa. Sin embargo, el pasado viernes (11 de Noviembre) tocaban “Rulo y la Contrabanda” en la sala Custom de Sevilla (Antigua Sala Q). Nadie ni nada podría haberme dicho nunca lo que presenciaríamos esa noche los asistentes.
La idea de ir al concierto la tenía desde meses atrás. Nunca he sido muy aficionado al anterior grupo que tenía Rulo "La fuga", del cual era el vocalista y compositor y con el que alcanzó los puestos más elevados dentro del rock estatal. Con su salida del grupo en 2009 debido a desigualdades con algunos de los componentes, decide comenzar su carrera en solitario y en el 2011 nace el primer disco de la nueva formación "Rulo & la Contrabanda" bajo el nombre de Señales de Humo. Debo reconocer que el disco llegó a mis manos por pura casualidad. Recuerdo que cuando lo recibí no me apetecía mucho escucharlo pero cuando lo puse en el equipo de casa dije: "Esto suena muy bien". Veía un cambio de sonido, pero manteniendo el mismo estilo. Con todo esto, cuando me enteré que venían a Sevilla no lo dudé y pensé en verlos en directo. Sala Custom sería el escenario.
Llegué media hora antes de la apertura de puertas (21:00) y junto a un amigo, comimos un par de bocadillos en la cola para aguantar sin salir muertos de hambre después del concierto. Al principio había muy poca gente y la verdad es que llegué a pensar que no había suficiente público. Uno de los problemas a mi entender, la falta de publicidad que se la había dado. Una vez dentro de la sala conseguimos la primera fila y a esperar. La gente seguía sin aparecer y eran más de las nueve y media de la noche. El concierto estaba programado para las diez. Las diez menos diez. Miramos hacia atrás y vimos la sala llena. No nos habíamos dado cuenta pero estaba llena. Delante nuestra: una batería, tres amplificadores de guitarra y uno de bajo. Nada más. Siempre he pensado que para hacer música no hace falta mucha parafernalia. Músicos, música y ganas. Las diez de la noche y luces fuera.
Al compás de una grabación de tango fueron entrando los músicos. Txari (batería), Quique Mavilla (bajo), Pati (guitarra), Adolfo Garmendia Fito (guitarra y coros) y por supuesto Rulo. Y esto fue lo que sonó.
Con esta fuerza comenzaron. La canción titulada No Sé pertenece al disco de la nueva formación. Desde la primera canción el público se entregó de manera absoluta. A esta le siguió Como a veces lo hice yo y con cada canción, el concierto subía de intensidad. Los músicos saltaban, gritaban, corrían, se lo pasaban bien. Rulo repartió no sé cuantas púas de guitarra y alguna que otra armónica. Hubo una conexión total entre el público y el grupo.... casi eran uno mismo. Muchísima intensidad, todos cantando los coros, e incluso algún que otro asistente gritaba cosas como "Rulo Pélate, Rulo Pélate, Rulo Pélate" o "Tómate una Cruzcampo" algo que si que hizo el cantante. Sin duda uno de los momentos de la noche fue cuando tocaron Por verte Sonreir que tocaron acompañados de Mario, el encargado de los instrumentos de la gira. La canción fue y sigue siendo un himno del anterior grupo de Rulo.
Así fueron pasando los minutos y las canciones para terminar con el tema Cabecita Loca incluido en el álbum de la Contrabanda, y que fue su primer single. La gente enloqueció con los primeros acordes e hicieron que el tema se alargara más de lo normal cantando a coros. En ese momento ya no había ninguna duda. En la sala sólo había una cosa: mucho rock (Público + Rulo & La Contrabanda).
Una ovación de más de 3 minutos pusieron punto y final a un concierto intenso de casi dos horas de duración. Los músicos se dejaron la piel en el escenario, algo que se podía observar claramente por sudor de sus camisetas. Se encendían las luces de la sala mientras los músicos agradecían y se hacían una última foto de despedida con todo su público. Una noche mágica a ritmo de Rock and Roll.
No sé, pero creo que algún día volveré a encontrarme con estos músicos.
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